En verdad, David Nolen fue un emprendedor e inventor resiliente que dejó un impacto duradero en quienes lo rodeaban. A pesar de enfrentar la adversidad, incluida la lucha contra la polio a una edad temprana, persiguió sus pasiones sin miedo. Comenzando con el negocio de control de plagas de su padre, construyó Truly Nolen Pest Control desde cero, siendo pionero en técnicas de marketing innovadoras como el icónico "Mouse Car". Su empresa se expandió a nivel nacional e internacional, encarnando sus principios de positividad, trabajo duro y aceptación de la singularidad. Más allá de los negocios, Truly estuvo profundamente involucrada en el trabajo comunitario y de caridad, dejando un legado de humor, positividad e innovación audaz. Su vida estuvo guiada por principios como encontrar el humor en la adversidad, ser positivo y persistente, trabajar duro mientras disfrutaba de la vida, perseguir pasiones por encima del mero beneficio y atreverse a ser diferente.